
Quizá uno de los conceptos más erróneamente tratados en la última década haya sido el concepto de frikismo, no únicamente desde los que lo utilizan de manera despectiva, sino también desde la gente que lo adopta como un sello de identidad. En lo que a mí respecta, un friki puede ser una persona que colecciona tapacubos y les huele el pelo a las muchachas en el metro, no alguien que se compra un juego lovecraftniano y una taza de “L” en la Fnac. La afición por el cómic, el videojuego, el cine de autor y demás manifestaciones del arte ha dejado de ser una “cosa de niños” para todos aquellos que nacimos de los 80 en adelante. Por esa razón sería erróneo denominar a Androide Paranoide como una revista friki, sino más bien como una publicación cultural de temática indi.
Una de las cosas que se hacen evidentes desde que abres su primera página es la intención de sus creadores de que cada número tenga identidad propia, no pretenden ser una revista de contenido caduco que amontonar o tirar al contenedor azul cuando haya quedado obsoleta, su apuesta reside en la esperanza de que en un futuro a alguien que guarde sus tomos en la estantería le de por releer el número 4 como el que relee un libro o un cómic. Es por ello que todas sus páginas están a todo color sin escatimar tinta ni coste, su filosofía valora más el contenido de lo que publica que el propio todo. Eso no es algo que hayan inventado ellos, podríamos realmente pasarnos una tarde enumerando míticas publicaciones gráficas o de ciencia ficción que llevan décadas sirviendo de escaparate a varias generaciones de artistas prolíficos, pero no por no ser pioneros en algo debemos de caer en el error de dejar de aplaudir que siga existiendo gente con ese ideal.
Su contenido es fiel a la propia autodefinición que ellos se hacen (“revista de variedades donde se mezcla el cómic con la ilustración, los artículos y las entrevistas”), y en sus páginas encontramos entrevistas muy interesantes y de lectura recomendada (destacar la de Lloyd Kaufman y la de los responsables de la película Robocop); narraciones gráficas, periódicas o no, de gran calidad estética (me gustó bastante Monstruos, Una Historia de Planeta Inquietante , dibujada a acuarela); artículos de opinión sobre alguna temática en concreto (Silent Hill o la serie Daredevil) e incluso, grata sorpresa, Vida en Marte, un pequeño relato de ciencia ficción. La revista va incluso más allá, aspirando a tener una temática dedicada y específica en cada número (siendo el primero relacionado con la Ciencia Ficción), lo que aumenta la pluralidad de contenido y con ello sus posibilidades.
No me corresponde a mí recomendar un producto que va dirigido a un target entre 18 y 30 y todos, amante de los cómics, cine, series, videojuegos o certámenes (donde todo lo último se aglutina, en un único evento, rodeado de cosplayers y gente pegándote con una cucharilla). Te corresponde a ti decir si te interesa todo lo que te acabo de decir, y si valoras el trabajo de personas que le ponen pasión a lo que hacen. Si te interesa, la puedes encontrar por 3 Euros en librerías de Vigo y Santiago de Compostela si tienes la suerte de vivir por allí, para el resto del globo nos es posible hacernos con un número solicitándolo en su página web.
Juanfran Sierra Ruiz
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